DesPieRta…! By Jorge Sors. 09/10/10

DesPieRta…! By Jorge Sors. 09/10/10

Viéndote consumido y confundido me siento impotente en mi lejanía, claro está que tú tienes el poder de sanarte, pero debes buscar los ingredientes adecuados para preparar ésa mezcla, la que será el bálsamo reparador de todas tus heridas. Perdido has deambulado muchos años, ahogado entre falsas esperanzas y lágrimas de ausencia, mares han brotado de tus ojos llamándolas  e implorando emane una caricia reparadora que no alcanzas pues estas muy lejano de la calma. Destilados y añejos irrigan tus venas tratando de mantener ausente la sangre que cuando brota llama la ira y humedece tus llagas, volviéndolas a abrir. Carente eterno de tus forjadores sigues atado a esas pesadas cadenas que arrastras por las noches durante el deambular de tu mente divagando entre anhelos de compañía. Tus herramientas están gastadas y tus argumentos vencidos, sabes que ya esa llave no abrirá la cerradura de los barrotes que conducen a tu libertad, por más que intentes forzar su giro dentro del cilindro solo escuchas su crujir aquejado de fallas, las mismas que guardas muy dentro de ti sabiendo que te carcomen las entrañas. Ves tus manos sucias, cansadas y llenas de cicatrices, el paso del tiempo ha dejado su huella, ya pintan las canas sobre tus cabellos, y tus párpados pesados avistan la inapetencia. Te ha doblado la pesada carga de secretos inconfesables y de situaciones difíciles que has guardado como hojas secas entre páginas de libros viejos, esperando silentes a su regreso, dejando aflorar su amargo sabor con aires que refresquen sus álgidos embates. Largas e interminables jornadas de labriego y siembra, esperando recoger cuanto antes los frutos jugosos y disponerlos a su venta. Esperas la justa paga de tus sacrificios pero poco se te consideran tus plegarias, en que estás fallando, cual es la causa que no permite el detrimento de los embates que pesan sobre ti. Será que sigues ocultando la verdad temiendo herirte, aunque sabes que es mejor el dolor de un solo golpe que hacer prolongado el quejido. Arranca esas viejas vestiduras, malolientes y manchadas de cifras y algoritmos que tanto han gastado tus pupilas. Enciende las luces, abre las pesadas cortinas que ocultan la verdad, la luz de tus días y la lluvia que cae sobre tu ventana. Aprovéchala, desgárrate bajo sus húmedas caricias, deja que resbale sobre tu rostro y siéntete renacer. Dale vueltas a la manecilla y deja esparcirse las suaves melodías que tu viejo xilófono que  ya casi no declara. Que se confunda tu ambiente entre suaves fragancias de ósmosis y cacofonías. Grítalo fuerte, déjalo salir, escupe ese demonio que aun yace dentro. Exorcízalo y no lo dejes volver a ti. Lava tu cuerpo con agua fresca, perfuma la carne y dale brillo a tu estirpe. Engalana tu presencia y deja que la vida vuelva. Y así dispuesto, flamante y liberado ahora puedes avanzar, y encontraras el mundo atento que se dispone a seguirte los pasos y a verse deslumbrado por tu nuevo ser.