sábado, 9 de octubre de 2010

Recorriendo la Caverna…! By jorge Sors. 09/10/10

Recorriendo la Caverna…! By jorge Sors. 09/10/10
Aun ausente de un alto índice de maldad y de un profundo nivel de conciencia, entre risas, rasguños, patadas y sublimes labores que no escarban en la complejidad transcurre aprisa la infancia, sin darnos cuenta ya comienza el desazón, el mal humor, el desaire y la ironía, rebeldes y capaces creemos doblegarlo todo y solo vamos llevando golpes y dando traspiés hasta encontrarnos a las puerta de aquel inmenso umbral que se nos presenta entramado y de múltiples ramificaciones, enmarañado e infranqueable, pero ya no hay como retroceder, el puente cedió y solo podemos caminar hacia adelante dentro de esta caverna, apartando telarañas y sorteando profundos abismos. Estamos dentro, y es cuando comprendemos que lo que sigue con seguridad es desconocido y puede ser mortal. La cautela pregona pero la prisa por encontrar un desafío tolerable es incontenible, aun queremos avanzar con rapidez, y salir lo más rápido posible de allí. Transcurridos unos años dentro de aquel submundo de las profundidades, es cuando comprendemos que transcurrirá mucho más ahí nuestra estadía de lo pensado. Pero ya se acostumbra el cuerpo a la humedad, el calor, el extraño hedor y a ser previsivo ante venideros desmanes. La vista ya no se pierde divagando sobre formas borrosas y de extrañas dimensiones, ya se ha adaptado e identifica con mayor claridad lo que se aproxima. Está claro que todavía podemos sufrir heridas y de cualquier magnitud. Pero así es como debemos acostumbrarnos a vivir, en esa continua búsqueda de lo desconocido y desplazándonos constantemente dentro de este inframundo. Topamos con seres malvados y demonios malsanos, con arcángeles protectores que vagan buscando almas perdidas para iluminarlas con su presencia, ancianos extraviados y dementes también pueden perturbar nuestro transito, pero todo es cuestión de saber domar a la bestia. Generalmente atacar desaforado y desmedido no conduce sino a un daño conciso y muchos colaterales, por eso es mejor enfocarla bien, apreciar sus formas, estudiar su anatomía y encontrar el punto de vulnerabilidad, y es allí donde debemos enfocarnos, una vez superado siempre seguiremos adelante y vendrán más. Nómadas de una autentica seguridad, y sin cobijo constante, pero ataviados para soportar, repeler y escapar si fuese necesario. Luego de tanto recorrer estos pasadizos que confunden y se asemejan en muchos casos, ya estamos preparados para lo que venga. Solo al final, sabiendo que hemos encontrado la salida, seremos liberados, llegaremos a la luz y estaremos fuera de ésta máquina pesada y desgastada que mecanizamos a nuestro antojo. Arrojamos nuestro traje y nos trasladamos al descanso de las almas donde ya nada puede perturbarnos y la paz ha sido ganada por lo años de sufrimiento y los callos en nuestros pies.

No hay comentarios:

Publicar un comentario