domingo, 28 de noviembre de 2010

ReFleXión de DominGo por LA tArdE…! By Jorge Sors. 28/11/10.

 ReFleXión de DominGo por LA tArdE…! By Jorge Sors. 28/11/10.

La fortuna y las bienaventuranzas nunca llegan a tiempo, siempre tarde nos llega la satisfacción y la calma, nunca viene sola la dicha algunas penas y desgracias arrastra y va dejando un rastro pestilente de sedimentos con toda esa basura que transporta como una inapropiada carga.
Fortuna…¿Qué es la fortuna?, será todo ese amasijo de objetos, trastes, muebles, autos, condominios, pisos, chalets, relojes de oro, anillos Cartier y todas las papeletas abaladas por el banco emisor que llevamos en la billetera o será encontrar un estado mental y consiente que nos permita convivir día a día con la realidad de forma apacible, libre de culpas, trastornos, deudas, insalubridad y en una eterna paz, ¿Qué a atesoramos más?, serán los bonos, o los papeles de la deuda que adquirimos, las monedas extranjeras y todo lo que guardamos celosamente lejos de la vista de todos o será encontrar un ser  que comparta nuestra existencia, nuestros momentos de decadencia e intolerancia y los de calma y sosiego, los de amor y lujuria,  los de deseo y decepción. Se atora la saliva en la garganta y no podemos deglutir nuestros propios impulsos, nuestros deseos incontrolables de avaricia y acaparamiento, y no digo con esto que sea malo el hecho de ser, tener y poseer, de lograr superarse y controlar a placer nuestras bienhechurías, me refiero a qué abonamos al alma, qué depositamos en ese baúl que de seguro no sabemos ni donde pusimos la llave, siempre olvidado,  siempre solitario, lleno de telarañas y desprolijo por el hastío.
Legamos con nuestra partida un montón de objetos pero a donde va a parar esa valiosa pieza que dejamos oculta en al baúl del rincón de nuestro propio ser, que hacemos con los sentimientos encontrados, los amoríos rotos, las esperas eternas, los proyectos inconclusos y las buenas acciones que dejamos en los bolsillos prontas a ser enmarcadas, las sonrisas que no usamos, y los besos que recolectamos, las lágrimas que regaron nuestras estancias, la guitarra que nunca sonó y los amaneceres que nuestros ojos cansados no contemplaron, las noche sudorosas y de desvelo, los placeres secretos y los lunes atareados, sólo queda apilarlos y quemarlos dejando que las cenizas sean esparcidas por el viento y que una de esas diminutas partículas se incruste en la memoria de quienes pudieron conocer de nuestras acciones y den gloria a nuestros logros y olvido a nuestras batallas fallidas, pero el alma ¿Dónde va el alma?..., será que se quema también o realmente llegaremos a encontrar lo que nunca buscamos en ésta existencia previa o vagará eternamente en un sueño de triste desespero. Estará Dios al final de la sierra esperando nuestra llegada a esas frías y lejanas tierras o se nos juzgará por esas innumerables ocasiones en que hemos decidido ser autosuficientes dueños de la verdad y de la justicia, incriminadores y difamadores de las heridas que nos hemos causado nosotros mismos hachándole las culpas a Dios, hemos pecado de soberbios y levantando un muro que nos incomunique con él realizamos actos de dudosa credibilidad y con superfluos atributos adornamos lo que en el fondo era la terrible materialización de nuestro deseo irrefrenable de dominar y vencer a cuesta de lo que sea. Cuantas veces vimos al enemigo caer y nos regodeamos en su dolor y su extravío saboreando el dulce néctar de la venganza y dejándole solo el amargo bagazo en la copa que le brindamos. Y que de las veces en las que perdonamos pero no olvidamos y vamos llenando el envase con silentes fracasos y pasos equivocados embarrados que al pasar de los años sacamos añejados y volvemos a engrudarlos en nuestras manos, que fácil es achacar las culpas de nuestros errores a otros y deshacernos de la culposa idea que hemos desarrollado y qué de las veces que hemos odiado aún inconscientemente.
Ahí dejo plantada ésta semilla de discordia para algunos y de felicidad verdadera para quien sepa regarla y replantearse su existencia en éste acto y en éste preciso momento.
No escupas tu propio alimento y menos vomites sobre lo que darás a otros.



jueves, 25 de noviembre de 2010

SabaNAs SecAS…! By Jorge Sors. 25/11/10.

SabaNAs SecAS…! By Jorge Sors. 25/11/10.


Donde estas cuando exhalo tu nombre, cuando rechinan mis cuerdas agriando una nota desesperada  que depara un destino fatal, no es amor es costumbre, es nocivo saber que llegaremos a encontrarnos y que a pesar de todo el lodo y sedimento en algún momento aflora el agua clara y que la contaminaremos peligrosamente con mentiras e improperios antes de consumirla para apagar nuestro fuego.  Enciendo mil velas y un cirio que lleva nuestros nombres, sólo éste destella con fuerza y abrillanta nuestro templo y dibuja contra la pared la silueta  de nuestra impura morada donde pecamos hasta morir sumidos en nuestro deseo entre piernas cruzadas y manos entrelazadas, ahora que ya nada vale la palabra empeñada ni las promesas que depositamos en la caja segura del compromiso mutuo las rompo con todas mis fuerzas y las esparzo con dolor sobre mi cabeza, me ungen de frialdad y activa el ritmo incesante de mi corazón herido, estoy dispuesto a ver tus ojos enfurecidos reclamando lo que exiges siempre, ya me aburre tu parlamento y sólo te abrazo dejando que se quiebren mis rígidos soportes sobre tu débil figura.
Envueltos entre sabanas tejidas tratamos de fundir lo poco que queda más allá de nuestros egos y erradas creencias que tratan de inquirirnos que cada uno es dueño de su propio verdad y que es irrefutable tal premisa, que difícil es engañar a un corazón herido por más que lo pongas en hielo y lo frotes con ungüentos para los traumas seguirá languideciendo hasta apagarse, dediqué mil plegarias a reforzar el lazo que nos une y apuntale junto a los pilares miles de promesas que se han resquebrajado desplomando nuestra confianza y demoliendo nuestros sueños, cubrí mi cabeza con mis manos y aunque quise correr para ayudarte seguí sentado en el suelo viendo como caían a pedazos los escombros de todo aquello que una vez nos motivó y nos hacía llamarnos a diario con silabas de amor, confundido entre la rabia y el dolor contemplé nuestra caída y fue estrepitosa hasta el fondo donde ya no han quedado reconocibles nuestros votos, esos que juramos ante lo que algunos consideran un poder consagrado y para otros otorgado, ya no hay trozos que juntar para encolarlos con esa pega de máxima fuerza, queda mejor apagar la luz, trazar nuestras fronteras y empecinarnos a dormir nuestras conciencias hasta el próximo amanecer que deparará otro día en guerra y de vidrios empañados.
Me envenena cada caricia de tus dulces manos y cuando me voy dejo mi aliento cálido a tu lado, también ha quedado mi figura grabada sobre la cama y te dejo el calor de mis ser hirviendo  cocinando una estrategia que nos pueda unir una noche más, donde dejemos de lado nuestros rosarios sin cuentas claras y los canticos de piedad y regalías mal orquestados, esperando no volver al purgatorio ni apiadarme de mi deseo impetuoso de poseerte recordando mejores tiempos alejados de tormentas agitadas, no quiero depositar más concreto sobre la placa que cubre el músculo groso que aun late súbitamente dentro de mi pecho, pero como no descarto el desenlace habitual he dejado junto a mis aposentos la pala y la escoba para recoger los despojos de otra confrontación que pueda desatarse quizá por tan solo una palabra mal interpretada o una mirada esquiva, he dejado también nuestro epitafio tallado en piedra noble para no perder más tiempo antes de acabarnos en nuestra próxima lucha.


miércoles, 24 de noviembre de 2010

Puños en llamas…! By Jorge Sors. 24/11/10.

Puños en llamas…! By Jorge Sors. 24/11/10.


Maldita hiedra que se aferra sobre mi pecho y me sofoca, grito con todas mis fuerzas, siento el ahogo, me agobian las espinas que rozan mis entrañas y rasgan sin reparo la férrea cubierta que envuelve mi corazón, pateo y rompo a puñetazos todo a mi paso, me consume la ira, se ahogan mis ojos entre el llanto y el inaudible desahogo, sobran las preguntas y abundan las incertidumbres, cántaros repletos de mentiras esparzo por los suelos y entre pasos sudorosos dejo mis huellas sobre el concreto frio y húmedo.
Siento como se desorbita mi mente y caigo de rodillas rendido y entregado, siento como acompañas mis pesares con tu turbio desperdigar de palabras salitrosas y humeantes, arrastro mis manos por el suelo y recojo las cenizas que ha dejado el fuego de nuestra contienda y marco mi pecho en señal de lucha y venganza, dejo caer mi cuerpo agobiado contra el suelo, me sacude la pena y el golpe me descalabra hasta el último recodo de mi alma, ensangrentados mis puños de tanto golpear el suelo contemplo la sangre como corre por mis extremidades hasta empañar mi imagen y aún así despotrico y me levanto, me acojo a mis baluartes y procedo al asedio de nuevo, no me rindo, quiero más, o logro la expiación o en su defecto te tendré entre mis brazos amando mi rabia, mi piel manchada, mis cabellos pestilentes y mi lengua bífida.
No entiendo en qué punto se pasa del amor al odio, pero es un círculo infinito y el vicio de pecar y resarcir lo descompuesto se vuelve tradición, ya rechinan las bases de mi cama y se han hundido los cojines del sillón, las copas ahora son 3 de 6 pero el vino sabe mejor si viene de tus manos, sangra mi boca y saboreo el cálido néctar de mi propia esencia y te observo acecharme irradiando brusquedad, indiferencia, violencia  y deseo, no sé cómo puede fundirse tal antítesis de sentimientos pero tras el mar de vidrios rotos y puertas destrozadas, ropa por el suelo y tus maletas bajo el umbral siempre vuelve el sádico placer que nos une a compenetrar nuestras testarudas mentes y a fundir nuestros sudorosos seres en un gesto apasionado y salvaje que rompe toda certidumbre y deja sólo la incógnita de que pasará mañana.
No intenten detenerme mientras estoy en llamas o los consumiré hasta los cimientos, no queda piedra sobre piedra cuando desato mi ira y sólo tú puedes combatir mis llamas que devoran todo a su paso, observas como me quemo y descansas tu mirada lejos de mí mientras el humo inunda la estancia y nos confunde en un panorama de tormento y resquemor.
Pero a pesar de todo aquí estas de nuevo en mis brazos y somos dos locos desbordados, cuerpos de cera fundida que se integran en un solo plasma crudo y natural, ya no quedan huesos sanos pero si se siente el rose de nuestros dedos en señal de tregua y tu mano roza mi mejilla y me da seguridad, no hay combustión que acabe con el sentimiento que nos une, inmortales bestias y amantes por siempre existiremos.
DEDICADO A LAS RELACIONES TORMENTOSAS…..sobran las palabras..!
http://www.youtube.com/watch?v=uelHwf8o7_U

lunes, 22 de noviembre de 2010

El Lobo Aúlla entre mortecinas mañanas y placidas noches dementes…! By Jorge Sors. 22/11/10.

El Lobo Aúlla entre mortecinas mañanas y placidas noches dementes…!
By Jorge Sors. 22/11/10.


Solemne y sublime se pinta la noche de grises tonos que asedian la luz y manifiestan el deseo solitario de vagar, sólo la tenue luz que se libera en la lejanía desde los cielos opacos señalan sus pasos y puede hacerle visible ante las mirada cómplices de unos y los rostros temerosos de otros, en especial aquellos que no pueden comprenderle.  Desconfía y se mantiene alejado, sigue sus rastros y las lagrimas que provocan sus heridas se enjugan al pensar que serán saciadas sus ansias entre espasmos de dolor y gritos mortuorios de quienes le han relegado, dejaran entre sus fauces la justa ofrenda por sus pecados y la expiación a la culpa llegará con la sangre que se derrame bajo sus callosas y sucias patas.
Despiadado se justifica pues la soledad lo agobia e inspira sus instintos más arraigados, esos que lo distinguen y lo hacen único, puede descifrar las muecas en sus rostros, observar sus ocultas pasiones y desenfrenos, leer sus memorias y sus pupilas se vuelven traslucidas y dispuestas dejando expuestos sus secretos revueltos entre mórbidos y malvados.
Pero no todo se basa en el gusto por la sangre y legar a su linaje una pureza justa de la cual él no ha podido gozar, también sale a diario a emboscar damiselas vírgenes las cuales vigila tras los arbustos, transforma su fiera estirpe en un ser fornido y afable de aspecto otoñal y refinado, un don Juan apasionado y dispuesto a satisfaces los placeres carnales de aquellas que así los dispongan, busca procrear más cepas con su inteligencia y codicia, librando el encuentro con hembras voraces de su propia especie, ya las conoce y se le tornan inapetentes e insípidas, prefiere la frescura de los valles y le inocencia en las venas de sus amantes.
En las noches de invierno deja colgado tras la puerta su traje matinal y toma sus gruesas pieles que ocultan su lacerado cuerpo lleno de cicatrices de fieras batallas, sus ojos se tornan carmesí solícitos de vino y besos pululantes entre callejuelas vacías y antros repletos de música y perdición, se revela el sigiloso y surge el campante desenfrenado y loco, apático ante la crítica y dispuesto a saborear la noche misma hasta dejarla moribunda entre sus brazos para depositarla inerte en cualquier esquina.
Pesan los años y es una quimera la vida misma, se multiplican los agobios pero se experimenta más durante la noche, en un compas de voces y gemidos se llega al éxtasis y  explota efervescente el deseo impuro que brota ahora cálido por las venas hasta darle ese gusto amarga y seco del brandy entre sus mejillas y la dulce sangre bajo la lengua.
Vuelve la calma al retornar la luz del día, el lobo estepario sigue silente y observa el caminar de manjares fríos sobre la nieve, toma su traje blanco y sus ojos azules acompañan los compromisos del día, sigue presente pero su corazón latente a la espera de más que un almuerzo simple y una paga cualquiera, los  brindis no llegan la compañía de sus congéneres sigue ausente, solo su obscura sombra le sigue detrás y a veces se corva de frente recordándole su forma real que no puede ocultar de sí mismo, una farola dentro de aquella plazuela donde expenden sus productos los dependientes alumbra sus ojos tristes y éste sonriente deja entrever uno de sus colmillos y parte de sus dientes alguien a lo lejos le ha reconocido, es una de sus amadas pretendientes que a pesar de saberlo presente prefiere esperar a la noche cuando su amado retorne fogoso y se mezclen su sangre cálida con la saliva excipiente creando el néctar prohibido que convertirá su carnal figura en una bestia demente bajo la luz de la luna que desperdiga sus rayos bajo una noche que promete.
Dedicado a un maestro inspirador Hermann Hesse y a un amigo lobo  J. Hazanow

lunes, 15 de noviembre de 2010

Vacío contemplo el paso de Pies descalzos perdidos frente a mi Puerta…! By Jorge SorS. 15/11/10.

Vacío contemplo el paso de Pies descalzos perdidos frente a mi Puerta…! By Jorge SorS. 15/11/10.


Me agobia algo que no puedo describir y  me nubla la usual mirada penetrante que me caracteriza, huyo a los momentos de ausencia y a los claros de luz que queman los recuerdos.
Sentado en medio del caos me acompañan las melodías del ayer y descarrilan el tren de mi pasividad  veo la gente pulular como hormigas sumidas en sus tareas reiterativas,  con sus miradas pasivas que pasan de largo sin absorber mi presencia,  logro por momentos difuminarme entre la multitud y las llamas que brotan de mis manos cansadas solo yo puedo verlas arder, las melodías recorren cada célula de mi alma que se agita descontrolada, el corazón se desboca en su recinto y aunque golpea con fuerza recordando los tiempos de entrega y locura sabe que parte de él ha quedado vetado e inconcluso, el ritmo de mis pies agitados que  se columpian al tronar de las percusiones y los canticos de delirio y agonía acompañan el sonar de la música en mis oídos.  Si tratasen de agredirme los merodeadores con sus inquisitorias interrogantes y sus voraces secuencias de espasmos que flotan en el tiempo diferido nada pueden hacerme,  no hay castigo infligido que pueda ya dañarme, he fortalecido la costra y dentro de mi capsula invisible e imperecedera sigo impoluto.
Grito desesperado desde mi garganta roñosa donde ya no retumban igual que antes los alaridos de mi prosa salvaje, pero si llueve a cantaros sobre lienzos de carne blancuzca y seca, extiendo mis manos hacia ti pero sigues incorpórea y hundida en mis sueños lejanos, se han vencido los regalos de fiestas caducas y fechas conmemorativas diluidas por el paso incesante de los agobios que guardé en el bolsillo más profundo de mi chaqueta, ahora solo cuelga del ropero acumulando suciedad y pellejos, esos que dejan los años vacilantes que en perpetua búsqueda continúan.
Rey de reyes perdidos, de causas sin justificación y lacayo de mis propios titubeos ante la carne y el deseo, sigo rasgando las hojas de mis diarios antiguos y desechando los tesoros que se han devaluado por el cambio de monarquía, las carrosas ahora son amasijos de hierro oxidado y los caballos han muerto de inanición, ya no hay paseos gloriosos ni sirvientes atentos a cada designio.
He dejado extraviado mi equipaje de viajes lejanos, esos que nunca hicimos y las fotos se han velado dentro del rollo que deje en la mesita de noche, alianzas disueltas y territorios expropiados, tierra y cal son mis residuos y las lágrimas que llevaba de repuesto se secaron en su guarida.
Ahora soy pétreo de espíritu, ahogado en la posa de brea que tengo en mi patio trasero y he designado ésta como morada de mis sueños perdidos, esos que me arrancó con descaro el temible tiempo que pasó por mí y nada me dejó, vacío el cántaro quedó y solo el residuo de mis cenizas en el fondo se depositó esperando ser esparcidas el viento y encontrar de nuevo el camino a la libertad.



sábado, 13 de noviembre de 2010

Seres incomprendidos y poderosos en aparente decadencia…! By Jorge Sors. 13/11/10.

Seres incomprendidos y poderosos en aparente decadencia…!
By Jorge Sors. 13/11/10.


Sintiendo que su vida era imperfecta, llena de carencias, le agobia la falta de deseos resueltos y bien servidos, de caprichos inescrupulosos llevados a buen término, de lograr todo lo que se propone aun cuando el costo por obtenerlo sea demasiado alto y requiera dejar en el medio algunas almas caídas, suda y saliva copiosamente al contemplar la reliquia sin saber que es groseramente insulso el simple deseo de desatender los requerimientos más básicos, y aplicar todo el potencial a solo obtener éste botín temporal y perecedero, ese que morirá al llegar a sus brazos pues ya el ímpetu mismo deja de latir y decae el interés.
Pero que sabio el universo que algunas veces le deja  abierta una ventana hacia el más obscuro y recóndito lugar en el cual sus habitantes transitan rodeados de escoria, sufrimiento e indignidad, sufren grotescos embates y son carentes de deseos más allá de simplemente superar el día, tratando de no reparar excesivamente en sus discapacidades y limitaciones.
Ante sus ojos atónitos y simples, y su mente que divagaba entre la cena y la hora de ver televisión, llegaron dos de estos seres a su encuentro, el no lo sabía pero bastó una mirada para quedar impregnado por un aire de dolor y sufrimiento, todos los parámetros cayeron al suelo y ellos simplemente los pisaron con su torpe y poca capacidad de locomoción, tras una breve introducción y un apretón de manos que pareció eterno perdido en sus miradas cansadas y prisioneras de aquella carga que debían llevar a cada paso y cada lugar donde se desplazaran.
Para uno de ellos su edad era un compendio de vivencias, quejidos, dolencias y sueños vencidos, que se agolpaban sobre un cuerpo cansado que hasta el simple hecho de respirar le resultaba una hazaña, arrastrando sus pasos y apoyado por un bastón ya al límite de su uso y corroído por el desgaste, su voz casi inaudible resonaba entre ronquidos y murmullos oprimidos por el peso de palabras rotas y memorias silentes. El otro de mediana edad, pero derrotado por una batalla que no pudo ganar, medio descompuesto y medio inservible, la carga era completamente depositada de una mitad de su figura  a la otra y sus extremidades derechas se habían transformado en un colgajo inservible, sus capacidades eran casi nulas, su mirada triste y agobiante causaba desespero a quien las avizoraba y llenaba de frio el alma tan solo con interactuar con aquellos seres débiles y sufridos, pero lo que no eran capaces de transmitir con palabras sus expresiones y ademanes eran capaces de irradiar un sinfín de lecciones sobre los verdaderos sonetos que componen sus apartadas imágenes relegados del mundo de los aparentes normales, quienes no aprecian el simple hecho de estar ensamblados completos y con todas su movilidad, de articular palabras y desplazarse sin complejidad, que rondando por las esquinas con la mirada esquiva y desplazando de su lado a quienes le son inferiores solo por tener algún defecto que quizá le fue atornillado al momento de su concepción y del cual no tiene culpa alguna, a simplemente alguna mala jugada del destino les llevó a su condición de inservibles en forma parcial, pero eso es solo aparente, pues son seres que no se rinden que deben demostrar que son capaces de realizar y coordinar todas sus actividades a la par de quienes los superan en condiciones, pero que igual sus vidas deben continuar y no se entregan a la muerte vencidos con total complacencia y debilidad.
Aprendió que no deseaba seguir alardeando de sus dotes de ser sobrenatural poseso de innumerables bienhechurías y dinero a rebosar en sus arcas, al igual que el simple hecho de desplazar a voluntad su indumentaria corpórea y aún llena de vida, aprendió a valorar lo más simple que es algo tan cotidiano que no lo apreciamos y eso es “ESTAR SANOS”.

martes, 9 de noviembre de 2010

JunTo a La CosTa…! By Jorge Sors. 09/11/10.

JunTo a La CosTa…! By Jorge Sors. 09/11/10.

Ausente de toda carga y todo pecado cometido, sucumbe la pesada carga flotando sobre las olas, se seca la sal sobre las heridas y aviva el escozor del día a día.
Lavan las olas los ultrajes y los acosos cotidianos, se prenden sus alas de una suave brisa marina y sus pies cansados se funden en la suave arena que se entibia al compás de sus pasos sombríos y expectantes.
Vuelve la calma, se sacian sus pulmones, se serena la mente, ya no cabe la duda de una mañana triste,  llena de compromisos vacíos que recoge el viento y los deja caer como metralla sobre él y se esparcen sobre su piel hiriéndole como vidrios rotos de una copa triste reventada.
Ha dejado su traje, sus botones y sus encajes al pie de una gran palmera que cubre su carne del implacable sol que corroe silente hasta desollar el alma y hierve la sangre de quienes se exponen sin reparo a su temible ser.
Ella le acompaña en su callada lejanía, divaga sobre las olas, sus ojos se pierden y sus cabellos le cubren el rostro, una sonrisa plácida le afirma su convicción, esa que deja ver que a su lado se haya completa y  en ocasiones solo esbozada.
Es familia, es pareja y cotidianidad,  sus pasos se sellan sobre la blanca arena uniéndose en una entrega sublime y total junto al mar que difumina su esencia y aturde en su rugir los dispersos sentidos que en su divagación le han abandonado.
La belleza del paisaje y el engalanado entorno natural se aumenta con la claridad de aquella indescriptible vista de aguas cristalinas y que se sellan como único recurso para darle regocijo a su ser, lejos de las impacientes miradas que envejecen su estirpe y son ajenas a su compañía.
Escondido del mundo del recuerdo, de las luces rojas, los silbatos y el granizo, del deber, de la tinta candente, de las plumas fuente, de miradas sueltas que empapadas en tinta plasman sus acordes, se absorbe y se implosiona apartándose de sí mismo y fundiéndose sobre su entorno se hace etéreo y vaga silbando junto al rugir de la mar que muere aquejado junto a la orilla, pero su murmullo suave le arrulla, ese de esperanza y progresismo, de vivencias juntos y de hijos, le da vuelta al disco y pone la cara de alegría, le hace sentir cómodo en su regazo colmado de paz y bienhechurías, y así se va junto a ella a cruzar otros mares, cerca de la costa siempre estará su memoria y aún cuando ya no esté presente siempre vivirá.


jueves, 4 de noviembre de 2010

ApRendE a LeEr, no sóLO a ObserVAr…! By Jorge Sors.

ApRendE a LeEr, no sóLO a ObserVAr…! By Jorge Sors.


Ciego con los ojos bien abiertos observa pero no ve nada, todo está dispuesto frente a él, pero insiste en avanzar sin reparar en todas las formas que se abalanzan sobre él, figuras, letras y frases simples están ahí, pero no para él, que las vea otro.


Se levanta temprano y está acatarrado, con brusquedad manotea sobre la mesa de noche y agarra la medicina que compró la noche anterior, abre la caja y se consigue dos cosas, una papeleta que ha sido doblada como 200 veces y que se apretuja sobre el recipiente que contiene las tabletas, y el embase en sí que es la parte interesante del contenido, entonces se dice, “yo compré esto para tomar las píldoras, no para leer un extendido compendio médico que contiene términos que no conozco, y en verdad no se para que gastan en esto, la idea básica es ingerir las pastillas, no comprar una caja que contiene un documento enorme como si fuera un galleta de la suerte que contiene un secreto de algo que me deparará tras consumir su contenido, así que venga, nada, a tomar como loco las píldoras que si fueran malas no las venderían, además ya estoy enfermo que puede ser peor”.
Luego llega a la cocina tras lavarse la cara y refrescar la vista con un poco de agua fresca en el lavabo, pero para qué si igual no va a distinguir nada, seguirá todo el día como si recién se hubiese levantado, es decir con la visión aletargada,  allí toma lo primero que consigue en el refrigerador y se prepara algo que parece un desayuno, pero cuando lleva la primera cucharada a la boca resulta que aquello es incomible y dice “¿pero que es esto por dios?, si lo compre ayer”, pero resulta que en el supermercado nunca se percató que estaba vencido, pues el empaque indica una fecha de caducidad, pero para que la va a leer, se supone que si estuviese descompuesto no lo vendieran, es más se supone que esto es responsabilidad de el establecimiento que lo expende o en el peor de los casos de quien lo distribuye, y salubridad debiese tener siempre estas cosas en cuenta, así que imposible no puede estar vencido, pero resulta que si, tiene más de 5 días de caducidad y se les pasó por alto, y ahora qué, pues el desayuno a la basura y las tripas seguirán rechinando.


Sale de casa, camina hacia la cafetería de la esquina donde de seguro podrá tomar un desayuno reparador para ese estomago hambriento y llega a la puerta del establecimiento, hay un enorme letrero casi frente a su rostro que dice “HALE”, pero él empuja y lo hace con convicción y con fuerza, la puerta no cede, pero él insiste hasta que se consigue a alguien del otro lado de la puerta, este espera desde adentro para salir y comienza a empujar la puerta la cual tampoco abre, tras unos prolongados segundos parece que por suerte se abre y ambos intentan pasar a le vez, ósea lo usual. Bueno ya adentro toma un diario y se sienta a esperar que lo atiendan, no es un lugar que frecuente, y menos desde que lo remodelaron y cambió de dueños, transcurre un tiempo y empieza a inquietarse pues nadie lo atiende, entonces se pone de pié y empieza a vociferar sobre la mala atención del lugar a lo que uno de los empleados responde, “leyó usted el letrero al entrar frente a la caja que dice, “ordene directamente por la barra, pida su cuenta y cancele antes de sentarse, gracias La Gerencia”…, pues era obvio que no, así que deja el diario sobre la mesa, se acerca a la barra pide disculpas y ordena con un tono suave  “deme dos croissants de queso, un café grande y un jugo de naranja natural, ah y agregue media cajetilla de cigarrillos”, al recibir lo ordenado se dispone a cancelar con la cuenta en mano, llega a la caja y la cajera le dice “son 75”, a lo que él responde “¿Qué?, pero si yo no ordené todo lo que está expuesto en la vitrina”, y la cajera le responde, “amigo usted no leyó los precios de cada ítems que están en el enorme letrero sobre el aparador, que especifica todos los productos a la venta y su respectivo costo”, a lo que el hombre no respondió, canceló lo que debía y se sentó. Empezó a tomar su desayuno mientras ojeaba el diario, se topó con un clasificado de su interés que decía: “vendo Audi A4, hidromático, asientos en piel, año 2007, color azul, perfecto estado de latonería y pintura al igual que en el interior, casi como nuevo, matriculado y con todos los documentos en regla, listo para la firma…”, toma el teléfono móvil y marca el número indicado, al contestar el vendedor al otro lado de la línea, aún con un trozo de croissant en la boca y a medio tragar el café, “si buenos días, llamo por el coche que vende, ¿es hidromático?”, a lo que el vendedor responde “claro”, y luego pregunta, “¿de qué año es?”, y del otro lado de la línea le contestan “2007”, “Hahn” dice el hombre y vuelve a preguntar “¿pero el auto tiene los documentos en regla verdad?”, y le respondió  “si, si, si”, y todavía tiene el coraje de preguntar “¿qué color es que tiene el vehículo?”, a lo que le vendedor le contesta “¿no ha leído usted el anuncio en el periódico donde especifica todas las características del coche?”, el hombre se molesta y le dice “pues si y la verdad no me interesa” y le cuelga la llamada dejando al vendedor hablando solo. Se pone de pié, cierra el diario y lo pone bajo su brazo y comienza a avanzar, los dependientes lo observan con ira, pues este sale del local sin recoger la bandeja con los desperdicios que ha dejado sobre la mesa, está claro que no leyó el letrero que dice “al terminar  de comer por favor deseche los desperdicios en la basura y coloque la bandeja en el mostrador, Gracias  por su colaboración, La Gerencia”.


Atendiendo a una entrevista de trabajo que leyó el día anterior en el diario toma el autobús y se dirige al lugar indicado por el aviso de prensa, al estar unos 15 minutos en ruta, comienza a prestar algo de atención a su entorno y se da cuenta de que el autobús que tomó no va en la dirección deseada, se pone en pié y comienza a gritar al conductor, “ehhh, donde va usted, esta no es la ruta del bus, ¿adónde cree que nos lleva?, le parece que puede hacer lo que le venga en gana, haciéndole perder a uno el tiempo cuando está más apurado”, el chofer de la unidad aun en su entera compostura le responde “señor disculpe, ¿hacia a donde se dirige usted?”, el hombre  le contesta “a la estación central, en la Plaza Metropolitana, cerca del Ayuntamiento y por su culpa voy a llegar tarde, como puede usted tomar una nueva ruta arbitrariamente”, y el conductor le contesta “¿usted no leyó el cartel en el frente y el dorso del autobús que pone “Colina Tarina, Avenidas #6, 7, 8 y 9, Avenidas Santander y Valle del campo”?, porque  lo dice bien grande, está muy bien rotulado para evitar confusiones por parte de los usuarios”, el hombre se queda callado por un instante y le dice, “por favor déjeme bajar en la próxima parada”, a lo que el conductor le contesta, “claro con mucho gusto”. El hombre baja del autobús maldiciendo y enfurecido, y aun dudando se voltea rápidamente y contempla perplejo el letrero que especifica la ruta que le especificó el chofer de la unidad, y siguió su camino dando vistazos espasmódicos hacia la calle tratando de encontrar un taxi que le llevase rápido a su destino, pues ya estaba sobre la hora. Por fin logra tomar un taxi, lo aborda y le dice al conductor “por favor lléveme lo más aprisa que pueda a la plaza frente al edificio del ayuntamiento en el centro”, el chofer le da los buenos días y le dice “claro estamos en ello”.


Al llegar a destino el hombre abre la puerta y le dice al chofer del taxi “dígame cuanto le debo aprisa que voy retrasado”, éste le contesta “son 40”, el hombre se le queda viendo fijamente y le dice “¿Cuánto?”..., y le vuelve a repetir el conductor “son 40 señor por el traslado”, el hombre le dice “está usted loco, como me va a cobrar esa cantidad, usted no me llevó al aeropuerto solo me trajo a unas 4 cuadras de donde lo abordé”, y el chofer le contesta “señor leyó usted la tabla de precios sobre cada destino que se encuentra adherida frente a usted, porque allí están establecidas las tarifas y hasta aquí ese es el monto, además usted tampoco me preguntó ¿Cuánto cuesta el traslado?, así que págueme”; el hombre apurado tomo el dinero y se lo arrojó al taxista con rabia y cerró la puerta con brusquedad, siguió su camino apresurado pues ya iba tarde.

Llega al edificio y se presenta en el mostrador de la recepción en el hall de entrada y un vigilante le dice “buenos días hacia donde se dirige usted”, el hombre le dice “amigo llevo prisa voy a una entrevista de trabajo y voy retrasado, es en el piso 6 creo, no recuerdo como se llama la empresa, pero por favor ya no me retenga más”, el vigilante le contesta “no puedo dejarlo pasar hasta tomar sus datos y saber hacia dónde se dirige específicamente”, el hombre le contesta” pero usted que se cree, no ve que usted lo que hace es entorpecer y se cree policía o que, voy a pasar y no me importa lo que usted me diga”, y avanza por el pasillo, doblando a la derecha se consigue unos torniquetes y dos guardias apostados a cada lado de ellos, el hombre llega hasta ellos y les dice “por favor llevo prisa debo entrar”, uno de los vigilantes le dice “¿y su pase de entrada, el que lo identifica donde está?, debe colocarlo en un lugar visible y éste le servirá para abrir el torniquete”, el hombre le responde “no se a que se refiere,  yo  solo necesito pasar ya le dije que estoy apurado”, y el otro vigilante le contesta “no leyó usted el letrero que está en la recepción al entrar que dice en letras grandes “favor identifíquese, le será entregado una tarjeta de acceso que le permitirá ingresar a las instalaciones, deje sus datos con el personal de vigilancia y hacia dónde se dirige para recibirla, gracias Seguridad”, y el hombre le contesta “PUES NO, no lo leí, ósea que no puedo entrar”, y el vigilante le contesta “pues debe proceder según el procedimiento o no podrá pasar al edificio”, el hombre sumamente molesto se da media vuelta y llega hasta la entrada, sigue el procedimiento tras recibir la mirada escrutadora del vigilante que lo observa detrás del mostrador y éste le entrega la tarjeta de identificación, sigue adelante y entra, toma el ascensor y se presenta frente a la puerta de la oficina, observa hacia adentro pero un vidrio tipo espejo no le deja ver hacia el interior y desesperado toca el timbre repetidas veces, quizá más de 10 veces, la puerta se abre y la secretaria del despacho le dice “señor no leyó usted el letrero que dice “favor toque el timbre solo una vez, y espere a que le abran, Gracias La Gerencia”, el hombre ya obstinado le contesta “¿esta es la oficina de Gestión Empresarial?, porque me está haciendo perder el tiempo, tengo una entrevista de trabajo y llego tarde”, la mujer le contesta “pues no, ya veo que tampoco leyó el letrero que dice “Marganto – Roca& Asociados”, el hombre se da media vuelta, no le contesta y ella remata diciéndole “y también es obvio que no vio el piso en el que se bajó porque la oficina que busca está dos pisos más abajo” y cerró la puerta frente a él,  el hombre baja por la escalera a toda prisa y llega hasta la oficina correcta, entra y toma asiento, una señorita se le acerca y le dice “amigo en que le puedo servir”, y él hombre le responde “pues vengo por la entrevista, yo llamé esta mañana y aquí estoy, me ha sido toda una odisea llegar aquí”, la mujer le responde “no leyó usted en el anuncio que era hasta las 3 de la tarde y son las 5, además especificaba que los candidatos debían presentarse en traje formal y usted no viene vestido adecuadamente”,  el hombre se puso de pié y le contestó “definitivamente hoy no es mi día”, y ella le responde “amigo pero es que usted debe aprender a leer con detenimiento porque si no la verdad es que le va seguir pasando esto”, el hombre se da media vuelta y le contesta, ponga usted un letrero la próxima vez que diga, “se solicita lector con experiencia” y se fue.


  

miércoles, 3 de noviembre de 2010

ReBelde y en DesAcAto…! By Jorge Sors. 03/11/10.

ReBelde y en DesAcAto…! By Jorge Sors. 03/11/10.


El hombre desde la misma concepción ya se torna como un individuo rebelde, y en desacato de normas, lineamientos, parámetros y reglas impuestas por otros individuos, por la sociedad, por un grupo o por designios que aparentan ser ajenos a lo terrenal. En primer lugar ese espermatozoide que se aparta y se disocia es el único que logra activar el proceso creador, no sigue a los demás, sino que los deja fuera, se mantiene firme en su propósito y nada puede impedírselo si es el elegido y quien ha logrado establecerse como único. Ya desde allí observa fenecer a sus congéneres y él se proclama fecundador y dador de vida, lo cual no es un estado perenne sino que tiene caducidad natural, y es allí cuando llega otra faceta de ese carácter rebelde, una vez que ha culminado el proceso de crecimiento del embrión ya fusionado y maduro, hecho un feto en perfecta coordinación de funciones motoras que lo hacen independiente del sistema que le mantiene y le ha dado albergue por unos meses, éste decide que debe apartarse de él, y volver a ser el dominante y no depender de lo que le sea dispensado por su receptora, así que rompe las barreras que lo mantienen en su estancia y se transporta a un universo completamente diferente y ajeno al conocido, pero dispuesto a conquistarle.
Entonces tenemos ya al niño nacido y traído al mundo conocido, a compartir entre los demás mortales, pero ya apenas estableciéndose en su nueva morada empieza el proceso de adaptación y dominio. Me refiero a que si lo analizas objetivamente uno pensaría que es un ser indefenso y necesita de todos los cuidados, sí pero quien establece su dominio de inmediato, los progenitores que ya habitaban y se regodeaban de poseer todo el control de su entorno,  ó el recién llegado que desde su gestación, ya hace girar por completo el universo de sus nuevos lacayos, los cuales deben acoplar su ambiente, sus aposentos, sus pertenecías y todo su modo de vida para recibir al nuevo monarca que se avecina. Y luego al concretarse su presencia, deben bañarle, cambiarle, limpiarle todo lo que éste disponga ensuciar, acallar su llanto, sus gritos y sus histerias, complacer de lleno sus caprichos, adquirir toda clase de artilugios que puedan entretenerle de manera que el rey no se aburra y despotrique contra quienes le cuidan, y hasta llegan a ampliar los miembros de la corte para servirle con mayor eficiencia a lo largo de todo el día, sin importar que puedan existir horas de descanso para los lacayos, no nada de eso, el servicio es a tiempo completo, entonces ustedes me dirán quien es el que se rebela contra sus creadores, contra lo que estaba previamente establecido a su llegada y quien es el que manda.
Todo esto antes expuesto es hasta cierta edad del monarca, porque luego este pequeño rebelde se torna anárquico y quiere derrocar firme y permanentemente cualquier signo de alteración del orden que él demanda sea establecido, o la simple insubordinación de alguno de sus lacayos estima debe ser reprendida de alguna forma, y encuentra siempre como hacerlo, y sigue ganando él, aunque algunos miembros de su sequito crean tener parte del control.
Llega así la adolescencia y este ser anárquico se declara en total rebeldía y desacato ante los principios y preceptos que establece el propio senado de su reino, y también abole aquellas leyes que alguna vez aprobó y que ahora le son incomodas a sus propósitos. Destierra a los pocos que quedan de su corte, pues ahora solo blasfeman y corroen sus tímpanos con frases vencidas y consejos que no ha de tomar, y como los demás pobladores y forasteros generalmente terminan cansándose antes de su comportamiento se han alejado, solo estos dos o tres, a veces menos de sus más leales súbditos siguen fieles, pese a los maltratos y arranques de ira de su gobernante, quien se ha consumado en ésta etapa como el más rebelde de todos los tiempos, espera que nadie pueda superarle en sus embates contra cualquier tipo de régimen foráneo que quiera doblegarle y se cree redentor de sus caídos, el que todo lo sabe y todo lo conoce, no sabe de reglas pues ni las acata ni las dicta.
Llega la adultez, y sigue siendo rebelde, aunque ha sido destronado de su reino antes doblegado a sus placeres y deseos, han vuelto al mando quienes fueron desterrados por él y todo volvió a ser como era antes de su llegada, pues lejos ya de su castillo debe comenzar a buscar un nuevo destino, el cual se forjará con lo aprendido y con los golpes que ha llevado, los fracasos que cuelgan de sus hombros y las victorias que tiene en sus bolsillos. Ahora siendo un plebeyo se ve obligado a conseguir un empleo donde reciba una paga acorde a sus obligaciones y responsabilidades, y que refleje sus capacidades y habilidades aprendidas, entonces se torna rebelde nuevamente, contra sus compañeros de jornada, contra su jefe, contra las reglas de la empresa, los horarios, los uniformes, los distintivos, las normas de seguridad, los cheques sin fondo, los viernes de quincena en el banco, las cuentas por pagar, los víveres en mal estado e inalcanzables en los estantes de un supermercado,  etc. Generalmente en esta etapa consigue una pareja con quien pueda establecerse, crear un hogar y traer a su mundo algunos descendientes, los cuales repetirán el ciclo de dominio y rebeldía que alguna vez él interpretó, entonces se vuelve rebelde contra su pareja, contra las normas que puedan surgir espontáneamente dentro del círculo familiar que él mismo ha creado, y también se rebela contra sus hijos quienes ahora tratan de dominarlo, que ironía como se despliega todo este aparataje de situaciones y momentos repetidos, que han cambiado de actores pero su libreto sigue siendo el mismo.


Y llega la vejez, y no culmina el espiral de rebeldía que recorre nuestra existencia, en esta época se tornará en desacato con el médico, con los hijos que intentan cuidarlo, con los exámenes y los medicamentos, con la pensión, y los domingos por la tarde, la televisión y los demás medios que ya no son  como antes, los niños que gritan y estropean sus siestas, el teléfono que suena, la vecina que grita, los otros que son como él aún cuando lo niegue, las arrugas, las prótesis dentales, y contra el implacable destino que a todos nos depara aunque tratemos de escapar de él, la última rebeldía es contra la muerte, que termina con el ciclo y acaba con nuestras incesantes quejas por la vida, tratando de imponer a otros una como la nuestra, considerando negativo siempre el hecho de tener que cumplir con cualquier parámetro establecido, con adaptarnos a los cambios, con dejar de creer que somos siempre mejores que los demás y que solo nuestra palabra cuenta, que lo sabemos todo y que nadie vendrá a imponernos nada porque creemos ser libres, pero solo somos irreverentes y REBELDES.

POETAS PARA EL SIGLO XXI - -Editor: Fernando Sabido Sánchez: 1678.- JORGE SORS

POETAS PARA EL SIGLO XXI - -Editor: Fernando Sabido Sánchez: 1678.- JORGE SORS
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martes, 2 de noviembre de 2010

EL ANSIA…! By Jorge Sors. 02/11/10.

EL ANSIA…! By Jorge Sors. 02/11/10.


El ansia colma de sed su garganta reseca por la ausencia, sus ojos entrecerrados apenas dejan ver su voraz contenido, una mirada que eriza la piel y congela los sentidos, solo algunos acordes de decadentes melodías le acompañan en su nicho, esas que recuerda vívidamente como cuando podía descontrolarse frenéticamente ante aquel ruido y estupor, dando rienda suelta a sus placeres ocultos y dejando aflorar a la bestia que debía mantener oculta para conservar las apariencias.
Se sentía agobiado por su última existencia carnal, rodeada de insatisfacciones y mentiras, una fachada férreamente elaborada, que daba soporte y brillo a su careta, y a su desgastado andar, como si pesaran sobre el todos los años de la humanidad. Ese cuerpo desgastado por los últimos días de abstinencia y reflexión, lo llevaron a retirarse. Buscó un lugar alejado, seco y libre de plagas. Se dirigió a las afueras, a la periferia de aquella infernal metrópolis colapsada de gente enferma y mundana.
Con sus propias manos envejecidas y resquebrajadas, esas que una vez rebosaron de placer al apagar la luz y entregarse por completo a devorar a su presa, a beber su savia y conservar sus pieles como recuerdo de caza de aquella jornada nocturnal, empezó a escarbar lentamente, y al paso de las horas ya una tumba se disponía a recibirle y darle cobijo bajo algunos metros de aquella tierra que tanto odiaba, y que debió compartir con esos seres inferiores que se tornaban plácidamente en su alimento, siendo los inferiores y poco instruidos sus bocados de paso, y los eruditos y adolescentes en plena flor sus manjares exquisitos y casi inalcanzables. No era un antropófago, solo disfrutaba del agradable y tibio gusto de la sangre saboreada delicadamente, y del simple hecho de hacerlo sus esclavos y sirvientes antes de apartarles permanentemente de sus miserables vidas. Lo que realmente necesitaba para mantenerse en pié, era la sabia que brotaba más profundamente, el fluido espinal que le daba estabilidad y constancia a sus días, el que podía regenerar sus quebrantos y reparar su más pestilentes heridas.
Habiendo terminado de cavar aquel agujero obscuro y decadente, este sería su guarida por un tiempo al menos, quizá hasta sentirse recuperado y liberado de algunas culpas.
 Este mundo en el que vivió  ya le aburría, por ahora la historia presente no tenía más que ofrecerle a su bien formada cultura y a su amplio espectro de instrucción sobre todas y cada una de las artes y disciplinas que podía desarrollar un ser humano corriente.
Sus mejores pertrechos los depositó en el fondo de aquel hoyo, se puso su túnica purpura y su habitual traje negro, sus guantes manchados de tanto pecar, y sus anteojos preferidos. Se ungió con una mezcla de hierbas y esencias que lo mantendrían alejado de insectos molestos  y cuya fórmula era imperecedera.  También dispuso de unos cojines gruesos y bien acolchados que acunarán su prolongado descanso y luego desde el fondo comenzó a horadar bajo la tierra que había apilado y a colocarla sobre él hasta quedar completamente cubierto; el resto el tiempo y los embates del clima de aquel invierno pétreo se ocuparían de encubrir los rastros que quedaban de aquel extraño acto de escape.
Al cerrar su ojos, y concentrarse profundamente para alcanzar aquel estado que le permitiera desligarse de sus funciones naturales, y no requerir de nada, salvo del sueño que pareciese eterno si fuese contado en años humanos, los pensamientos y las memorias llegaron lentamente a acariciar su lento respirar. Lo primero que recordó, fue el ansia, esa que sentía calando hondo en sus entrañas, que le causaba un dolor agudo y punzante entre las costillas y la espalda, y que luego podía hacer brotar profusamente sangre desde  su nariz, lo cual era señal inequívoca de que debía saciarla lo antes posible. Y fue esa sensación imborrable la que lo llevó a dispensar una prolongada vida mortal, esa última que había enterrado con él.
En ese paseo entre el mundo material y los cuerpos pululantes de humanos dedicados a lustrar sus propios egos hasta desgastarlos como un calzado viejo, consiguió a una dama esbelta de carácter indomable, preparación desbordada, cultura inimaginable  y moral poco reprochable,  costumbres propias de una monarca de tiempos mejores, donde él disfrutó mucho más de sus estadías por el suelo que ahora lo cubre. Y así dispuso de las riquezas acumuladas durante sus vidas pasadas, y compartió con ella una recargada mansión en pleno centro de la ciudad, una construcción antigua que él mismo hizo restaurar bajo su propia supervisión, estampando en ella su toque personal y haciendo alarde de los más exquisitos baluartes arquitectónicos y decorativos. Allí su concubina instruía en clases de violín y piano a jóvenes provenientes de los alrededores y de los lugares más recónditos, los cuales, en algunos casos, era posible desaparecerlos sin dejar rastro alguno que pudiera implicarlos en tal hecho, y eran convertidos en su festín y disfrute, alimento y desquiciado delirio por dar y recibir placer. Algunos  jóvenes eran ya parte de la rutina y se hacía constante su visita; las tardes transitaban entre acordes y sinfonías, delirios y sueños de expresar a través de las notas sus más ocultas melancolías.
Él en cambio se especializaba en historia y filosofía, las letras eran sus profanas amantes, y con ellas se emplazaba durante largas jornadas de abstracción y goce, cual damiselas dispuestas a ser tomadas y poseídas. La música acompañaba también eternamente ésta pasión.
Daba clases en una universidad reconocida y prestigiosa, era decano de la facultad de filosofía y literatura, y ya poseía un claro reconocimiento en el medio que toda su antología le precedía. Daba clases por las tardes y disfrutaba de la presencia de aquellas mentes habidas del conocimiento que les impartía. Por las noches asistía a reuniones de canto y poesía, y entre el vino que fluía como el agua sobre los manantiales y la tinta desperdigada por el aire rancio y enrarecido, lleno de humo y añil, dejaba volar sus frases y otros sus más implacables melodías.  
Entre sus estudiantes, los cuales siempre respetaba por ser seguidores de sus enseñanzas y tolerar su sórdida presencia, estaban prestos a ingerir toda esa montaña de información que él dispensaba sobre ellos, haciéndolos cada vez más unos seres superiores y bien formados, pero había algunos que eran sus amantes taciturnos; en los obscuros recodos aprovechaban para entregarse sin reparo a sus deseos y a satisfacer todos sus placeres mas secretos. Pero no les apagaba la existencia por lo antes expuesto y por temor a quedar en evidencia.
Durante algunos años disfrutó a su pareja, juntos asistían y celebraban eventos y reuniones sociales, colmadas de respetables personalidad y virtuosos músicos. También  compartían noches de teatro y cine alternativo y contemporáneo, exposiciones en museos y cenas llenas de lujos donde se gastaba sin reparo.
Así transcurrieron los años, muchos quizá y otros demás, esos en los que la enfermedad apartó a su amante constante, a su  compañera y concubina de aquellos placeres que disfrutaban en comunión y entrega sincera. Una enfermedad carcomió sus últimos días de prolongada agonía hasta dejarla sin vida en los brazos de aquel amor que le entregó todo, y hubiese dado su eternidad por hacerla volver. Tras su muerte, él se quedo apesadumbrado e inconsolable, pues de ésta existencia era lo que más quería y ahora añoraba. Se despidió de los encuentros vespertinos y nocturnos con la sociedad y se consagró a solventar su carencia con amantes fugaces que luego lapidaba en lugares lejanos e inaccesibles.
Su vida se deformó en un infinito grito de agonía, y  por eso decidió morir ante los ojos de los hombres, y se dejó caer. Le consiguieron frente a la entrada de su mansión, aparentemente muerto tras recibir unas puñaladas severas y hondas que le desgarraron hasta lo más profundo; parecía el sello de un robo, pero todo había sido orquestado para interpretar su despedida.
Legó todo a la sociedad de filosofía y letras que apadrinaba a estudiantes carentes de recursos pero dispuestos a instruirse en estás artes, sellando su propio destino a la inmortalidad de la historia.
Se apartó de su sepulcro procurado por las manos de los mortales que lo conocieron y se retiró para llegar ante aquel campo donde dispuso su morada final; al menos por ahora sigue allí, esperando que llegue el momento adecuado para volver.
(Nota: Hoy 02/11 dedicado a los eternos ausentes…, esos que ansiamos volver a ver, pero esperamos no encontrar en la obscuridad de la noche).
(PETE STEELE …! live forever).

lunes, 1 de noviembre de 2010

¿Qué es lo que se refleja?...By Jorge Sors. 01/11/10

¿Qué es lo que se refleja?...By Jorge Sors. 01/11/10


Caigo absorto en un profundo trance, observo detenidamente y casi sin parpadear la viva imagen de ese ser que se me hace familiar, de mirada distante, pupilas contraídas en un inalcanzable sueño de guerras perdidas e incongruentes encuentros consigo mismo, la paz no es más que poesía en letras utópicas que se dibujan sobre paneles obscuros que se pierden a la deriva en un profundo mar de angustias, celos, caos y delirios de grandeza.
Los hilos que han dado decoro a mi imagen ahora se muestran cansados, por tanto roce, el desgaste de caricias vacías, el fluir de unos dedos lánguidos y ausentes que dejaron su  huella prendada en ellos y que ríos de aguas cálidas no han podido borrar, han sido talados y quemados buscando exprimir desde sus más profundos filamentos la más pura esencia de los tiempos en que estabas presente. Antes relucientes y prestos al brillo cálido de un reflejo distante, que se agudizaba al contacto de los finos rayos del sol, ahora han sido trasgredidos por el hollín y el ambiente cargado de plomo y agonía lejos de ti, se han tornado en una escala que degrada hasta el blanco que hace presente el paso incesante de innumerables segundos.
Una planicie antes sin imperfecciones naturales, donde se explayaba libre el alto valle, ahora se encuentra resquebrajada y llena de profundos surcos que marcan las distancias recorridas entre los sueños alcanzados y las derrotas que han quedado ocultas en lo más hondo de las circunstancias que los han horadado.
Las ventanas ahora están sucias, el incesante llanto desde lo más interior se ha conjugado con el polvo y las cenizas de tanto esperar abiertas para verte llegar, sus cristales ahora disparejos y deformes dan una imagen borrosa y confusa de todo lo que puede observarse de redor, también las huellas que han quedado marcadas aprovechándose de la humedad presente difuminan y obstruyen la clara visión.
La pintura fresca y reluciente que da marco a todo el conjunto ahora está desconchada y áspera, se rebela contra las fantasías de épocas mejores, las marcas de oxido y moho empiezan a aflorar dejando al descubierto el incontenible paso del tiempo y el transito fluido que ha recorrido las mejillas cansadas y los parpados abiertos.
La máquina de palabras, gustos y sensaciones ahora se ahoga en grandes buches de saliva y amargor, sus murallas protectoras dejan ver los boquetes de ataques disidentes, y el instrumento que despliega en forma evidente el sonar de nuestras emociones, risas y agruras se ha roto dando paso a una forma andrógeno y una mueca siniestra que se confunde entre lasciva y deseosa de volver atrás.
Es necesario el retoque, los parches y las constantes reparaciones del duro armazón para hacerlo presentable, y que muestre todavía algo del ser que fuimos y del que vendrá. Ahora no es igual contemplar mi figura frente al espejo.