sábado, 13 de noviembre de 2010

Seres incomprendidos y poderosos en aparente decadencia…! By Jorge Sors. 13/11/10.

Seres incomprendidos y poderosos en aparente decadencia…!
By Jorge Sors. 13/11/10.


Sintiendo que su vida era imperfecta, llena de carencias, le agobia la falta de deseos resueltos y bien servidos, de caprichos inescrupulosos llevados a buen término, de lograr todo lo que se propone aun cuando el costo por obtenerlo sea demasiado alto y requiera dejar en el medio algunas almas caídas, suda y saliva copiosamente al contemplar la reliquia sin saber que es groseramente insulso el simple deseo de desatender los requerimientos más básicos, y aplicar todo el potencial a solo obtener éste botín temporal y perecedero, ese que morirá al llegar a sus brazos pues ya el ímpetu mismo deja de latir y decae el interés.
Pero que sabio el universo que algunas veces le deja  abierta una ventana hacia el más obscuro y recóndito lugar en el cual sus habitantes transitan rodeados de escoria, sufrimiento e indignidad, sufren grotescos embates y son carentes de deseos más allá de simplemente superar el día, tratando de no reparar excesivamente en sus discapacidades y limitaciones.
Ante sus ojos atónitos y simples, y su mente que divagaba entre la cena y la hora de ver televisión, llegaron dos de estos seres a su encuentro, el no lo sabía pero bastó una mirada para quedar impregnado por un aire de dolor y sufrimiento, todos los parámetros cayeron al suelo y ellos simplemente los pisaron con su torpe y poca capacidad de locomoción, tras una breve introducción y un apretón de manos que pareció eterno perdido en sus miradas cansadas y prisioneras de aquella carga que debían llevar a cada paso y cada lugar donde se desplazaran.
Para uno de ellos su edad era un compendio de vivencias, quejidos, dolencias y sueños vencidos, que se agolpaban sobre un cuerpo cansado que hasta el simple hecho de respirar le resultaba una hazaña, arrastrando sus pasos y apoyado por un bastón ya al límite de su uso y corroído por el desgaste, su voz casi inaudible resonaba entre ronquidos y murmullos oprimidos por el peso de palabras rotas y memorias silentes. El otro de mediana edad, pero derrotado por una batalla que no pudo ganar, medio descompuesto y medio inservible, la carga era completamente depositada de una mitad de su figura  a la otra y sus extremidades derechas se habían transformado en un colgajo inservible, sus capacidades eran casi nulas, su mirada triste y agobiante causaba desespero a quien las avizoraba y llenaba de frio el alma tan solo con interactuar con aquellos seres débiles y sufridos, pero lo que no eran capaces de transmitir con palabras sus expresiones y ademanes eran capaces de irradiar un sinfín de lecciones sobre los verdaderos sonetos que componen sus apartadas imágenes relegados del mundo de los aparentes normales, quienes no aprecian el simple hecho de estar ensamblados completos y con todas su movilidad, de articular palabras y desplazarse sin complejidad, que rondando por las esquinas con la mirada esquiva y desplazando de su lado a quienes le son inferiores solo por tener algún defecto que quizá le fue atornillado al momento de su concepción y del cual no tiene culpa alguna, a simplemente alguna mala jugada del destino les llevó a su condición de inservibles en forma parcial, pero eso es solo aparente, pues son seres que no se rinden que deben demostrar que son capaces de realizar y coordinar todas sus actividades a la par de quienes los superan en condiciones, pero que igual sus vidas deben continuar y no se entregan a la muerte vencidos con total complacencia y debilidad.
Aprendió que no deseaba seguir alardeando de sus dotes de ser sobrenatural poseso de innumerables bienhechurías y dinero a rebosar en sus arcas, al igual que el simple hecho de desplazar a voluntad su indumentaria corpórea y aún llena de vida, aprendió a valorar lo más simple que es algo tan cotidiano que no lo apreciamos y eso es “ESTAR SANOS”.

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