Y llegara el final en su dulce melodía, ese momento pleno en
el que todo termina, esa dicha del fin siempre regocijara mi ser, que no odia más que su propia existencia
consciente que le hace humano. … 26.
Ante el desasosiego y la angustiosa verdad que late con fuerza anunciando que se nos agota el tiempo para gritar las posibles virtudes de un hombre superior, desarraigado de sus cenizas y obcecado por vislumbrar un futuro completo y verdadero, donde ya no se refleje la sombra del pasado y que lleve glorioso el bastión evolutivo de la esencia humana, siendo hombres reales y no bestias sumisas carentes de identidad y discernimiento, allí elevo mi grito. JS26.
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