miércoles, 11 de julio de 2012

Aun aúllo con los ojos enrojecidos....! 11 de Julio de 2012. (By Jorge Sors A.)

Aun aúllo con los ojos enrojecidos....! 11 de Julio de 2012. (By Jorge Sors A.)



Queriendo creer vivía, que bueno era creer y esperar, pensar que todo al final encontraría su curso, pero la realidad pateaba a mi puerta y hallándome ausente nunca percibí su insistente visita, la mirada del lobo expectante y retador acechaba tras las puertas cerradas.  Mientras ocupaba mi cueva todo parecía normal pero estando lejos las alimañas se apoderaban de mi estancia y carcomían las bases de mi estancia. Siempre pensé ser  alfa y me sentí seguro y dominante, pero cual lejano estaba de la verdad, ya mis ojos enrojecidos no infundían temor, ya las cicatrices de mis batallas no marcaban respeto. Te recibí en mi guarida y te hice copia de mi piel, te done mis años, y acomode un buen lugar junto al fuego para ti, donde pudieras sentirte segura. Apile para ti mis mas preciados tesoros, las presas mas jugosas las deje para ti, acomodándome con los huesos y las sobras porque quería verte feliz.  Viéndote disminuida e insegura deje de lado mi ego y mis triunfos y decidí enseñarte las artes oscuras de un lobo solitario y te deje ver mis mas macabros secretos, todas mi habilidades las expuse para ti, y te enseñe más de lo que nunca hubieras aprendido con ningún otro, pues como buen lobo viejo me se las trampas del camino y los escollos del destino, disipé tus miedos y te hice fuerte, te di confianza y vi mi reflejo en tus ojos, esos que ahora estaban enrojecidos como los míos llenos de vivencias y de nuevos placeres. Tanto confié que te deje saber que mi espíritu era inmortal, amoldado por siglos de historia, de sangrientas batallas, de lagrimas perdidas, de historias vacías, de heridas sanadas y de mortales vencidos, en el mas puro encuentro de amor y pasión hice tuya esa virtud divina y aboque los mas oscuros pasajes de sangre y decadencia, brote sobre ti mi esencia para hacerte grande y fuerte como. Lunas muchas fueron las de profundos aullidos, de susurros compartidos, de pálpitos acelerados y de desbordada pasión, cuantas lunas llenas compartimos escuchando al viento soplando sus melodías. Acaparaste mi ser y venciste al monstruo haciéndome frágil, tanto así que el descuido me llevo a la perdición, se enfermo mi alma y se marchito mi ser, me perdí en mi propio mundo de decadencia y me aleje de mi mismo, me devoraron tus caprichos y me oculte dejando que otros moraran en mis tierras y plantaran sus huellas muy cerca de mi. Se secaron mis fauces, ya no corría sangre por mis labios, sediento me acostumbre al olvido y a la soledad aun teniéndote a mi lado, me despojaste de todo lo que fui y me dejaste caer. Fuiste mi ruina y mi perdición. Salí maltrecho a buscar nuevos senderos y volví herido porque ya no tenía ese fuego ardiente en mi corazón, se pudrieron mis encantos y en purulentas yagas me arroje vencido en un rincón. Después de haberte hecho completa me apartaste de ti, nunca más se encendió la hoguera que alumbraba las noches, nunca mas mis ojos vieron el sol, ni mi garganta robusta aulló junto a las lagrimas de otra luna que alguna vez infinitas fuerzas me dio. Mi eterna juventud pereció y mi inmortalidad caducó, y desde lejos te apartaste ansiando verme morir, buscaste en un rastrero carroñero que osaba devorar mis restos la calidez y la compasión, te acunaste a su lecho y bajo mis propios cimientos vertiste el excremento que ahora apilaban los dos por todo mi reino. Alejándote definitivamente me creíste abatido, y volviste para cerciorarte de que así fuera mi destino, sintiéndote ahora protegida por tu  títere de placeres y esclavo de tus caprichos, pero me encontraste aun con vida y esta vez con la hoguera encendida, recomponiendo mis fuerzas y abasteciendo mi ira, llegaste silenciosa pero al ver de nuevo mis pupilas enrojecidas escuchaste un temible aullido que sofoco hasta el mas fuerte de los estruendos y reseco tu ponzoñoso delirio de ser la dueña de mis tesoros escondidos. Vuelve ya a tu apartada pocilga y enloda el destino de otro lobo solitario que crea en tu mirada fría y tentadora, y escuche tus dañinos cantares que nublan el verdadero propósito de tu estadía.

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