Emergiendo de los infiernos...! (By Jorge Sors 26 - 31.07.2012)
Sumido en la espiral de la irracionalidad y habiendo descubierto el verdadero infierno fui dejándome abandonado en la sombras, ausente de las atrocidades que siguieron a la caída me aleje de todos. Supuse que aquel abismo de oscuro penar era un lugar estacionario y silente, carente de energías y lánguido en el paso del tiempo en el cual podía acostumbrar mi existencia.
Tomando el camino de espinas y miseria sugerí a mi conciencia que siguiéramos adentrándonos en la búsqueda de la verdad y corrompiéramos la razón y la existencia.
Me teñí de añil y subyugue mis temores, recorrí cada recodo de aquel infierno y reconocí mis tentaciones, cada pedazo de suelo se desprendía a mi paso como para no dejar huellas tras de mi, que nada pudiese delatar mi transitar y tras largas y eternas horas hasta un lugar de aparente quietud pude llegar.
Encontrándome inerte y meditando una presencia se hizo latente, era un ser irreconocible y lejano pero con un aura de misterio y sapiencia ajenas al lugar. Aquel ser que al final llego a mi encuentro dispuso sus manos humeantes y dejo a mi elección el camino a tomar, sería salvado o me dejaría caer mas profundo a los avernos del destierro de mi alma en mi pecho, hacia las frías y turbias corrientes del desierto de hiel.
Pero entonces quede enceguecido por un haz de inmensas luminosidad, eran tus ojos que esparcían ilusión y tendían un puente devuelta a la vida, y en ese mismo instante lo supe, y sin pensarlo me deje llevar, el monstruo se apaciguo dentro de mi, y el ser de luz que abita tras las grandes murallas que le resguardan en mi interior se aproximo a tu encuentro y se fundió en un latido eterno a ti, cargado de férreos imputes de surgir y alejarse de aquella perdición que corroía sus entrañas. Me has llevado a tu universo de ilusiones, de paz y de renovadas energías, las cadenas del abismo se han roto y me acobijo ahora bajo tus ojos de ángel.
Rescate celestial es tu presencia y tu roce la mas pura esencia de candiles fluorescentes que dan vida a su paso, me llevas ahora de tu mano y así me entrego silente y confiado de que no me dejaras caer, ya para un alma frágil no es fácil sobrevivir, solo queda la esperanza y abonar en tus tierras nuevas semillas de un futuro prometedor.
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