jueves, 17 de febrero de 2011

Un instante de lucidez…! By Jorge Sors. 17.02.11

Un instante de lucidez…! By Jorge Sors. 17.02.11

Arrastrando el paso y doblegado por el peso de años de deseos reprobados y de esperanzas suspendidas voy tropezando mi legado y dejo una estela de polvo y suciedad tras de mí, al detenerme un momento observo como se asienta la masa que gira etérea tras de mí y me dibuja una figura ahogada en un grito de ausencia y desesperación hasta caer vencida contra el suelo y dejar sólo vestigios de su paso, tropiezo con un fragmento de recuerdo, un pedazo de vida abandonado donde alguna vez brillo la luz de la esperanza ahora es solo carbón que deja entrever en sus hendiduras la historia plasmada de su triste destino, pero aún así lo tomo y lo pongo en mi bolsillo y continúo mi transitar. Lejanos llegan a mi algunos claros dentro de aquella tiniebla y empiezan a embelesar mi mente, en este momento pienso en el miedo, ese terrible demonio que nos detiene e impide resolver lo previsto pues se nos planta un destino fatal como posible desenlace y se paraliza la maniobra, pero es sólo inseguridad y desconfianza en las propias habilidades de lograr con éxito lo previsto, aflora también el compañero del miedo y no es otro que el fracaso y éste si es un verdadero monstruo porque una vez que te domina es prácticamente imposible levantarse del suelo y dejar de tragar polvo y escorias, tratamos de incorporarnos pero sentimos el peso inminente de su pié aplastando nuestra voluntad, en estos momentos debemos recordar las victorias pasadas aquellas que cargamos en la mochila y dejar salir toda la luz que nos habita para replegar la tiniebla que se cierne con violencia, aunque es ambiguo y en cada uno diferente el viaje al interior de nuestro ser sólo nosotros podemos encontrar el cristal de luz infinita que espante a estas bestias y poder proseguir hacia nuestro destino que no es otro que transcurrir la vida misma con un sentido propio y abogar por el acometimiento de las bondades de nuestro ser en beneficio de nuestros semejantes y en demasía a nuestros más allegados.

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